Llevando tanto tiempo sin escribir en el blog y vuelvo para hacer una critica nada buena. Lo siento, pero no de pelis buenas vive el cinefilo, en ocasiones nos encontramos con una película que esperamos sea todo un peliculón y, sorpresa sorpresa, es de esas que te deja "sopa" en el sofá.
Pues eso es precisamente lo que me ocurrió con 'Killing them softly'(Mátalos Suavemente). Me dejaron el dvd para disfrutar de una noche de cine, y de lo que acabe disfrutando fue un esplendido somnífero.
Prometía acción, la mafia que se siente amenazada por un grupo de desconocidos que asaltan a los participantes de una partida de poker. Los capos recurren a Jackie Cogan (Brad Pitt) un investigador que tendrá que encontrar a los culpables. Entre tanto el caso se complica, cuando Cogan da con una serie de estafadores de segunda, asesinos cansados, e indecisos...
Lo que viene a ser que la historia se complica, pero no del modo que cabría esperar, porque la historia en si alcanza el nivel de facilona, rozando lo meramente anecdótico, para transformarla en una especia de metáfora de un decadente sistema de gobierno irracional, cruel y obsoleto que alcanza el patetismo.
Tengo que decir que la batalla dialéctica entre los personajes de Pitt y Richard Jenckins es formidable, aunque en ciertos momentos, dichos diálogos son excesivamente densos. Pero supongo que el director tenia claro el mensaje que quería compartir, y sin lugar a dudas tanto con los diálogos como con el resto de la narración lo consigue.
Personalmente creo que es una innecesaria alegoría de la sociedad actual, y sobre todo de la política, en concreto de la americana. Innecesaria porque la película pretende venderte una cosa, hasta que empiezas a verla y vas descubriendo que nada de lo que te han prometido va a llegar a ocurrir.
Se puede criticar la política en una película, y muchas veces se ha hecho, pero en este caso me ha resultado totalmente desafortunada, ademas de una perdida de tiempo y malgasto de talentos portentosos como el de Brad Pitt o el del recientemente fallecido James Gandolfini. Creo que ambos merecían una historia más contundente, más solida con la que los aficionados al buen cine podamos disfrutar.
En cuanto a los recursos técnicos que tengo que valorarla con buena nota, ya que la ambientación, la fotografía y la iluminación responden perfectamente a ese concepto de patética decadencia que el director pretende ofrecernos. Incluso la música, desde el principio, garantiza tal efecto. Una banda sonora, dicho sea de paso, muy, pero que muy buena. Aunque esto no salva mi baja valoración del film en conjunto.
Para los que la hayáis visto no se si estaréis de acuerdo conmigo, pero algo me dice que la mayoría me diría que sí. Para los que no, bueno no me gusta influir en los gustos ni opiniones de los demás, lo mejor es que lo comprobéis por vosotros mismos y ya me diréis que os pareció.
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